Hay partidos que se deciden por detalles, ayer pudimos asistir a uno de esos encuentros en los que pequeñas cosas hacen que la balanza se decante hacia un equipo u otro. La alineación que Mel presentó en el Carlos Belmonte para enfrentarse al Albacete fue la siguiente, Goitia; Miguel Lopes, Belenguer, Dorado, Nacho; Iriney (F. Vega 76'), Salva Sevilla, Cañas (Israel 37'), Momo; Emaná y Rubén Castro.
En primer lugar cabe destacar la gran novedad en el equipo inicial bético, que no fue otra que la salida desde el inico de Cañas. Mel optó por reforzar el centro del campo con una dupla Cañas-Iriney para dejar a Salva más escorado en banda derecha. El devenir del encuentro dejaría bien a las claras que el técnico se equipo de lleno.
Salió el Betis como le gusta, tocando facil y sin complicaciones, sabedor de su superioridad y mostrándose tranquilo aguardando su oportunidad, el Albacete dominaba intensamente y eso reducía las posibilidades de que los heliopolitas pudieran triangular con claridad una vez que pasaban el mediocampo. Así en el minuto 29 de partidos el conjunto manchego se adelantaría en el marcado, Verza colocó un magnífico pase a la espalda de Belenguer que se comió el balón para dejar solo a Tato ante la portería bética, este con un excelente control y mejor tiro colocó la pelota en la misma escuadra, justo donde nada tenía que hacer Goitia. Poco cambió la situación del encuentro, el Albacete estaba más que tranquilo sin la posesión y maniatando a los mejores hombre heliopolitanos, trenzando jugadas de ataque cuando podía y buscando con más peligro que insistencia la portería del guardameta vasco. Pudo abrir más distancia el Alba con un disparo al travesaño de Antonio López. Daba la sensación de que los manchegos tenían su día de cara al marco contrario y que no tenían que hacer grandes cosas para crear verdadero peligro. Fue entonces cuando el Betis despertó y Cañas, que se mostró muy dubitativo durante el tiempo que permaneció en el rectángulo de juego, agarró un balón para dejar completamente solo a Rubén Castro que no perdonó para poner la alegría a los muchos béticos desplazados a Albacete. El Betis se creció y Emaná, lamentable partido el del africano, tuvo en sus botas el 1-2, pero su tiro se marchó fuera. A pesar de su pésima primera parte llena de despistes, malas entregas, continuamente individualista y con una actitud increiblemente pasota, lo peor del de Camerún estaba aún por llegar. Así nos fuimos al descanso.
En la segunda parte el Betis salió con aires renovados y desde el principio se pudo ver la actitud del equipo que nos ha ilusionado en este comienzo de temporada. Se fue arriba, Israel volvió a ser importante apareciendo una y otra vez, Salva comenzaba a ver el balón, Miguel Lopes demostraba continuamente con sus arrancadas llenas de potencia que tiene muchísimo que aportar a este equipo, Rubén lo intentaba una y otra vez pero la ocasión se le resistía. Mientras seguiamos viendo la peor versión de Emaná, que se quedaba solo para poner el segundo y no se le ocurrió otra cosa que regatear a un defensa para lucirse, la pelota se le quedó atrás y encima esperó a un rival para que se la quitara. Ver para creer. Aniquiló mil y una contras, el Betis tenía al Albacete a tiro de piedra y el partido en bandeja pero le faltaba definir la situación, cuando no era el último pase era el remate a puerta lo que fallaba, pero los de Mel eran incapaces de sentenciar un partido que parecía cuestión de minutos que acabara en el zurrón bético. No fue así, el Betis dejó vivo a su rival y éste comenzó a sacudirse la presión, lanzó una peligrosa contra que el delantero albaceteño Alfredo estrelló en el travesaño. Era el aviso. El Betis insistia, Rubén se desfondó en el intento, buscando una y otra vez una posibilidad para poner el 1-2 pero no nuestro día. El Albacete sacaba una falta en banda derecha que condució Cuevas hasta la frontal, nadie lo siguió y cuando fue a pegarle era cuando salieron todos los defensores béticos para intentar despejar el disparo, con tan mala suerte que este dió en el pie de Belenguer para que desviara por completo el lanzamiento haciendo imposible la estirada de Goitia. 2-1, los de Calderón tenían el partido en el bote y ya no se les iba a escapar. Tuvieron los locales la sentencia pero a puerta vacía Alfredo no fue capaz de poner el tercero. El Betis se lanzó desesperadamente al ataque pero todo intento fue en vano.
Se pone fin con esta derrota a la gran racha inicial del Real Betis en esta temporada, en un partido marcado por las extrañas decisiones que tomó Pepe Mel tanto en la alineación titular como en los cambios a lo largo del encuentro, a cual más inexplicable. También la desgana y apatía de uno de los jugadores mejor pagados del club como es Emaná influyó en la derrota del hasta hoy lider de la categoría. No es de recibo que un profesional juegue solo si tiene ganas y es algo que se debe mirar y actuar para que no siga pasando. No hay que encender las alarmas ni mucho menos, el conjunto bético sigue con muchas de las cosas buenas que ha demostrado hasta esta derrota y esperemos volver a verlas el Sábado próximo ante la Ponferradina, hay que seguir con el pleno de victorias en casa.
En primer lugar cabe destacar la gran novedad en el equipo inicial bético, que no fue otra que la salida desde el inico de Cañas. Mel optó por reforzar el centro del campo con una dupla Cañas-Iriney para dejar a Salva más escorado en banda derecha. El devenir del encuentro dejaría bien a las claras que el técnico se equipo de lleno.
Salió el Betis como le gusta, tocando facil y sin complicaciones, sabedor de su superioridad y mostrándose tranquilo aguardando su oportunidad, el Albacete dominaba intensamente y eso reducía las posibilidades de que los heliopolitas pudieran triangular con claridad una vez que pasaban el mediocampo. Así en el minuto 29 de partidos el conjunto manchego se adelantaría en el marcado, Verza colocó un magnífico pase a la espalda de Belenguer que se comió el balón para dejar solo a Tato ante la portería bética, este con un excelente control y mejor tiro colocó la pelota en la misma escuadra, justo donde nada tenía que hacer Goitia. Poco cambió la situación del encuentro, el Albacete estaba más que tranquilo sin la posesión y maniatando a los mejores hombre heliopolitanos, trenzando jugadas de ataque cuando podía y buscando con más peligro que insistencia la portería del guardameta vasco. Pudo abrir más distancia el Alba con un disparo al travesaño de Antonio López. Daba la sensación de que los manchegos tenían su día de cara al marco contrario y que no tenían que hacer grandes cosas para crear verdadero peligro. Fue entonces cuando el Betis despertó y Cañas, que se mostró muy dubitativo durante el tiempo que permaneció en el rectángulo de juego, agarró un balón para dejar completamente solo a Rubén Castro que no perdonó para poner la alegría a los muchos béticos desplazados a Albacete. El Betis se creció y Emaná, lamentable partido el del africano, tuvo en sus botas el 1-2, pero su tiro se marchó fuera. A pesar de su pésima primera parte llena de despistes, malas entregas, continuamente individualista y con una actitud increiblemente pasota, lo peor del de Camerún estaba aún por llegar. Así nos fuimos al descanso.
En la segunda parte el Betis salió con aires renovados y desde el principio se pudo ver la actitud del equipo que nos ha ilusionado en este comienzo de temporada. Se fue arriba, Israel volvió a ser importante apareciendo una y otra vez, Salva comenzaba a ver el balón, Miguel Lopes demostraba continuamente con sus arrancadas llenas de potencia que tiene muchísimo que aportar a este equipo, Rubén lo intentaba una y otra vez pero la ocasión se le resistía. Mientras seguiamos viendo la peor versión de Emaná, que se quedaba solo para poner el segundo y no se le ocurrió otra cosa que regatear a un defensa para lucirse, la pelota se le quedó atrás y encima esperó a un rival para que se la quitara. Ver para creer. Aniquiló mil y una contras, el Betis tenía al Albacete a tiro de piedra y el partido en bandeja pero le faltaba definir la situación, cuando no era el último pase era el remate a puerta lo que fallaba, pero los de Mel eran incapaces de sentenciar un partido que parecía cuestión de minutos que acabara en el zurrón bético. No fue así, el Betis dejó vivo a su rival y éste comenzó a sacudirse la presión, lanzó una peligrosa contra que el delantero albaceteño Alfredo estrelló en el travesaño. Era el aviso. El Betis insistia, Rubén se desfondó en el intento, buscando una y otra vez una posibilidad para poner el 1-2 pero no nuestro día. El Albacete sacaba una falta en banda derecha que condució Cuevas hasta la frontal, nadie lo siguió y cuando fue a pegarle era cuando salieron todos los defensores béticos para intentar despejar el disparo, con tan mala suerte que este dió en el pie de Belenguer para que desviara por completo el lanzamiento haciendo imposible la estirada de Goitia. 2-1, los de Calderón tenían el partido en el bote y ya no se les iba a escapar. Tuvieron los locales la sentencia pero a puerta vacía Alfredo no fue capaz de poner el tercero. El Betis se lanzó desesperadamente al ataque pero todo intento fue en vano.
Se pone fin con esta derrota a la gran racha inicial del Real Betis en esta temporada, en un partido marcado por las extrañas decisiones que tomó Pepe Mel tanto en la alineación titular como en los cambios a lo largo del encuentro, a cual más inexplicable. También la desgana y apatía de uno de los jugadores mejor pagados del club como es Emaná influyó en la derrota del hasta hoy lider de la categoría. No es de recibo que un profesional juegue solo si tiene ganas y es algo que se debe mirar y actuar para que no siga pasando. No hay que encender las alarmas ni mucho menos, el conjunto bético sigue con muchas de las cosas buenas que ha demostrado hasta esta derrota y esperemos volver a verlas el Sábado próximo ante la Ponferradina, hay que seguir con el pleno de victorias en casa.