
Se trata de un central realmente espigado, 1,87 metros de altura y bastante delgado, apenas 70 kg de peso, que destaca por su buen juego aéreo. Cuando llegó a Osasuna en verano de 2008 todo presagiaba que iba a ser un jugador importante, pero las constantes lesiones le han privado de tener continuidad en el conjunto pamplonica, ahora parece que sus problemas físicos han quedado atrás. Nada es descartable aún, y más viendo el extraño caso Nsaliwa, pero todo hace indicar que Roversio, quien también jugara en el Paços de Ferreira portugués es uno de los centrales que tanto ha reclamado Pepe Mel para seguir dándole forma a la defensa bética.
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